Edificios llenos de banderas para protestar contra el proyecto de 400 viviendas en Tartanga

Los vecinos han presentado su queja al Ayuntamiento de Erandio para que busquen otra solución, y así mantener el único pulmón de la zona

Maitane Tamayo

Balcones de Tartanga con la bandera de "Tartanga Berdea" /Maitane Tamayo

Los edificios del pueblo se tiñen de verde para protestar contra el proyecto de 400 viviendas que empezó como un convenio que pretendía alojar a las 66 familias de un edificio que corría peligro de derrumbe y que al final ha pasado a ser una gran construcción de la que constructoras y la Diputación Foral de Bizkaia van a obtener un gran provecho. A esto se le suman las continuas protestas de vecinos que piden una solución al Ayuntamiento de Erandio para preservar los miles de metros cuadrados de naturaleza con los que cuenta el pueblo.

Nos tenemos que remontar al años 2005 para encontrar el origen de estos sucesos, cuando en el barrio de Altzaga un promoción de viviendas comienza a mostrar grandes grietas en sus cimientos y 66 familias deben ser desalojadas de sus hogares por riesgo de derrumbe. Tras muchas negociaciones, el ayuntamiento convence a los vecinos para que no denuncien a la constructora con el fin de que realojen a los vecinos en unas viviendas nuevas. Lo que empezó siendo una obra para devolver sus hogares a estas familias, ha acabado siendo un negocio más de las grandes empresas respaldadas por la administración pública.

Numerosos grupos ecologistas y asociaciones de vecinos han salido a las calles para mostrar su descontento con las medidas adoptadas por el consistorio, ya que alegan que el parque de Tartanga, considerado el pulmón de Erandio, se debe preservar, y están dispuestos a emprender acciones legales contra la administración hasta que busquen una solución alternativa. Muchos padres y madres muestran su descontento a este diario, alegando que sus hijos no van a tener un espacio verde donde jugar o pasar un rato en la naturaleza. “Es el único espacio al aire libre que hay cerca de casa o del colegio y quieren hacer más pisos, no piensan más que en ganar dinero, es que es de risa”, manifiesta Ainhoa Saratxaga, vecina de Erandio.